skip to main |
skip to sidebar
Esta dureza exigida, impostada(si los ojos son blandos,si el corazón es blando…)Esta dureza forzosa, aparente(si los ganglios, los nervios, los alvéolos son blandos;si la sangre, la piel, las membranas son blandas…)Esta dureza fingida y externa(si los huesos son blandos, rompibles, astillables;si la médula es blanda,si el hombre entero es blando…)
Ojos que quierenmirar alegresy miran tristes.
¡Ay, no es posibleque un muro viejodé brillos nuevos;que un seco tronco(abra otras hojas)abra otros ojosque éstos, que quierenmirar alegresy miran tristes!
Ay, no es posible.
¿Por qué, por qué llorar? Acabó el amor.Dime tendida tu secreto. Ya no amas.Calla. Tendida constas como un río parado.Azul, tranquilo, el cielo sobre tus ojos consta.Consta el aire elevado, sus templados destellos.La vida quieta consta tranquilamente exacta.Yo, reclinado en tierra de un verdor sin espuma,transcurro, leve, apenas, como la hierba misma.Nada llena los aires; las nubes, con sus límites,derivan. Con sus límites, los pájaros se alejan.
Borracha de rostros, acentos, ruidosde tonos de móvil, de escaparatesde luces, reclamos, conversacionesde gritos, de frenazos, de esperasllego a casa, abro una cerveza y otrabebo y bebo hasta que vuelve a míla sobriedad.
Para sabermeera preciso que supieralas líneas de mi rostro contra el de otros,que toda identidad me fuera conferida por contraste,que supiera qué soysólo a cambio de ver y de aprendertodo lo que no soy,lo que nunca seré,las rutas y las caras del serque me son más ajenas,la nulidad que otro existir me ha conferido.De este modo, no soyo sólo soy, más bien,todo lo que tú mismodesechas y no eres.Para existirhe tenido que ser el otroel que no eres:Tu sombra más querida,la que más íntimay opuestamente te reflejahasta complementartepero, al cabo,nada más que una sombra...Reducida al desierto,a la profunda oscuridad sin nombre,al reducto del miedo,a la noche, al silencio,a los más lóbregos ámbitosdonde la luz de lo viril no llega.No soy por lo que soy,sino por lo que tú no eres. Pero ahoraque pretendo por findefinirme y nombrarla realidad entera bajo mis propios términosme encuentro con que saqueaste para titodo el oro sonoro de la voz,el acervo frutal de los idiomas,la virtud del lenguaje.No sé pensar más que con tus conceptos.Me enajenaste el mundo y con élte llevaste la vozque hasta había aprendidola suavidad de las canciones.Como el salvaje de la tempestad,aprendí tu lenguaje para odiarte,para insultar en ti mi mudez, tu avaricia,la lascivia que tú saciaste en míporque me hizo necesaria.Hoy tejo con mi alientouna nueva palabra que no seanudo, lazo, cuerda de horca, hoguera,cadena, yugo, afrenta,servilismo cerril, ceguera, miedo...Una nueva palabrapara nombrar el mundoque veo con mis ojosy que, algún día,consiga que tú y yopodamos dirigirnos uno al otrosin sumisión, ni odio,sin miedo, con la firmefranqueza con que se hablan los iguales.Y el lenguajeno sea yaarma de guerra, insulto,ni balanza parcial a tu favoren el comercio que habremos de tenerpara que el mundosea un sitio plural,abierto, hermano,más cálido y felizpara nosotros.
Veo a mi padre asomado a la ventana.
Sentado en el suelo del cuarto,
miro su espalda ancha. Aún no camino.
Qué hermoso es un padre
cuando, asomado a una ventana,
su espalda se recorta para el hijo.
Le deja impreso su mejor recuerdo.
Padre que encara el mundo,
primera puerta que nos da la infancia,
primer atisbo de que no todo es pecho.
Reventado clavel blanco y distante,lepra inversa del cielo sois vosotras,altas nubes de junio.
¿Qué sonora alegría le regalade cristal afinadovuestra espuma inocente a la mañana nuestra,y de dónde nos llega esa emoción, tan misteriosa y nítida,que produce observaros en el día del hombre?
Formas breves de un sueño sois vosotras,confirmación liviana de estos ojosque os contemplan flotarcalladamentesobre la cima hueca de la vida.
Delicuescencia pura y noble sois,blancas nubes serenas,felicidad sin causabajo el cobre encendido de este sol impasible.
Como nosotros mismos sois vosotrasy por eso miraros nos conmueve,altas nubes de junio:humo limpio de un tiempo en que juntos ardemos.
Debe haber en algún sitio una esperanza rarauna esperanza incógnitainconcreta y difusaimpropia de tal nombreuna esperanza sin forma de esperanzacon apariencia flácidano altiva ni engreídasecretamente firmemusculosa por dentroentrenada ella sola en gimnasios nocturnos(haciendo abdominaleslevantando pesascorriendoejercitándose con la luz apagada)Debe haber en algún sitio(porque a veces se asoma y se puede entrever)una esperanza flojataciturna y humildeuna tenue esperanzamás fuerte y perdurable que la desesperación
Te escribo este poema (que es de amor)porque llevo unas horas tanteandootros temas (cuestiones sin remedio):la belleza perdida;la infancia descuajada; la tristeza sin nombre ni motivo.Pero estas cosas hoy no me interesan. Hoy sólo sé escribirte este poema. Porque hoy te eché de menos y tú estabasen París o en Orlando o en una calleparalela a la mía eso no importa.El caso es que no estabas cuando dije‘Todo admite cien mil puntos de vista-¿comprendes? No es posible estar seguro-pero si tú estuvieras frente a mí, ahora, si estuvieras,sería más sencillo terminarde una vez (como fuera) este poema'. Sería más hermoso no escribir.
Creo en el mundo como en una margaritaporque lo veo.Pero no pienso en él,porque pensar es no comprender.El mundo no se ha hecho para que pensemos en él(pensar es estar enfermo de los ojos)sino para que lo miremos y estemos de acuerdo…Yo no tengo filosofía: tengo sentidos…Si hablo de la naturalezano es porque sepa lo que essino porque la amo, y la amo por eso,porque quien ama nunca sabe lo que ama,ni sabe por qué ama, ni qué es amar…Amor es la eterna inocenciay la única inocencia es no pensar.
Cielo, tierra, amanecer,ocho y cuarto de la mañana.Calma y silencioen las amarillas hierbas de la sabana.A lo lejos un ébanode hojas siempre verdesy extensas raíces.De pronto una alteración de esa quietud.Dos seres con ganas de vivir rompen a correr.Una gacela en una repentina huiday detrás una leona jadeante y hambrienta.Por un momento sus posibilidades son idénticas.La que huye tiene incluso cierta ventaja.Y si no fuera por esa raízque sale del suelo,por ese tropezónde una de las cuatro patas,por ese cuarto de segundode alterado ritmoque aprovecha la leonacon un largo salto...A la pregunta de quién es el culpable,nada, sólo silencio.Un cielo inocente.Una inocente tierra nutridora.Un inocente tiempo fugitivo.Una inocente gacela.Una inocente leona.Un inocente ébano.Y un observador que mira con unos prismáticos,inocente hombreen este caso.
Si le hubiera cortado las alashabría sido mío,no se habría escapado.Pero asíya no sería más un pájaroy lo que yo amaba eraun pájaro.
Proust pudo casarse con una muchacha en flory tener hijos.Cogidos de la mano, los llevaría al colegioy les ayudaría después con los deberes.En tal caso no habría siete tomos deEn busca del tiempo perdido.(Y bueno, y qué pasa.)Kafka pudo casarse con Felice o Milena.Largas noches de amor,niños en el jardíny domingos de té y pastas en casa de su suegra.Entonces no tendríamos Metamorfosis, Proceso ni Castillo.(Y bueno, y qué importa.)Pessoa pudo casarse con Ofelia Queiroz.Lo habrían visto por calles de Lisboaempujando un carrito de bebé.Podría, quizá, haber sido feliz.En tal caso no habría heterónimos, Tabaqueríani libro del Desasosiego.(Y bueno, y qué más da.)
En la calle llena de sol vago hay casas detenidas y gente que
camina.
Una tristeza llena de pavor me atraviesa.
Presiento un suceso más allá de las fachadas y de los movimientos.
¡No, no, eso no!
¡Todo menos saber lo que es el Misterio!
¡Superficie del universo, oh párpados descendidos,
no os alcéis nunca!
¡La mirada de la Verdad Final no debe poder soportarse!
¡Dejadme vivir sin saber nada, y morir sin saber nada!
La razón de que haya ser, la razón de que haya seres, de que haya todo,
debe traer una locura mayor que los espacios
entre las almas y entre las estrellas.
¡No, no, la verdad no! Dejadme estas casas y esta gente;
tal cual, sin nada más, estas casas y esta gente...
¿Qué aliento horrible y frío toca mis ojos cerrados?
¡No los quiero abrir a la vida! ¡Oh Verdad, olvídate de mí!
Ese otro que también me habita,acaso propietario, invasor quizás o exiliado en este cuerpo ajeno o de ambos,ese otro a quien temo e ignoro, felino o ángel,ese otro que está solo siempre que estoy solo, ave o demonio,esa sombra de piedra que ha crecido en mi adentro y en mi afuera,eco o palabra, esa voz que responde cuando me preguntan algo,el dueño de mi embrollo, el pesimista y el melancólico y el inmotivadamente alegre,ese otro,también te ama.
Reloj: Alimaña con ejes, rubíes, espirales y hastacon un tic-tac de corazón; mas no percibenunca los sonidos del alma.Horas: Brazadas de palomas en vuelo. Bisturíescortando las cintas plateadas del tacto yde la carne. Miel rezagada que cae sobre los muslos. Negrura atormentada de las noches. Té de las cinco. Damas que te reflejan en los espejos cóncavos y en losconvexos. Monjas sobre reclinatorios. Lenguas bisexuales. Rasos y tules para vestir tu boda. Vientres encinta y en silencio. Babosas empedrando los ojos yla piel. Procesión de las ánimas. Fraguade sueños y de huellas. Garantía de origen.A los pies, toda mansedumbre, se tiene la alimañay simplemente espera.
¿Quién dijo que se agotan la curva, el oro, el deseo,el legítimo sonido de la luna sobre el mármoly el perfecto plisado de los élitrosdel cine cuando ejerce su tierno protectorado?Registrad mi bolsillo.Encontraréis en él plumas en virtud de pájaro,migas en busca de pan, dioses apolillados,palabras de amor eterno sincarta de aterrizajey la escondida senda de las olas.