domingo, 16 de agosto de 2009

En tal caso (por Saiz de Marco)

Proust pudo casarse con una muchacha en flor
y tener hijos.
Cogidos de la mano, los llevaría al colegio
y les ayudaría después con los deberes.
En tal caso no habría siete tomos de
En busca del tiempo perdido.
(Y bueno, y qué pasa.)

Kafka pudo casarse con Felice o Milena.
Largas noches de amor,
niños en el jardín
y domingos de té y pastas en casa de su suegra.
Entonces no tendríamos Metamorfosis, Proceso ni Castillo.
(Y bueno, y qué importa.)

Pessoa pudo casarse con Ofelia Queiroz.
Lo habrían visto por calles de Lisboa
empujando un carrito de bebé.
Podría, quizá, haber sido feliz.
En tal caso no habría heterónimos, Tabaquería
ni libro del Desasosiego.
(Y bueno, y qué más da.)

4 comentarios:

hugo dijo...

Creo que, a su manera, estos autores fueron felices escribiendo, más probablemente que casándose y teniéndo niños. Cada uno es como es y nace para lo que nace. De todos modos, me gustó el poema. Como otros del mismo autor.

aitor suárez dijo...

Probablemente sea como dices, amigo Hugo.

Iker dijo...

Si Kafka, Proust, Pessoa no hubieran escrito, no habrían podido tener satisfacción en su vida. Vocación significa sufrir si no se hace algo.

emilia alarcón dijo...

Completamente de acuerdo, Iker.