viernes, 5 de junio de 2009

Como joya de carne (un poema erótico de Juan Ramón Jiménez)

Como joya de carne, como rosa de vida,
desnuda te sentabas encima de mis piernas.
Eras como una rosa abierta en un ciprés,
como una mariposa en una calavera.
Dios creaba de nuevo el paraíso
si tu risa de oro y plata bordaba mi tristeza.
Yo venía del mundo de los muertos, tan sólo
por tenerte en mis manos temblorosas y ciegas.
Después la brisa que eras tú se fue cantando…
Se apagó el sol. Ya nunca volvió el alba a la tierra.

Y en la sombra constante te perseguí, llorando
como un niño, de cima en cima, en las estrellas.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Vaya, no conocía esta faceta erótica de JRJiménez. Yo creia que era un poeta puro, pulcro y espiritual. Y ahora resulta que además de cantar al borrico Platero, también tenía otros hobbies. Qué pillín.

emilia dijo...

Pues ya ves. Como dice la canción, "la vida te da sorpresas...".

Honorio dijo...

Escaso repertorio de poesías si consideramos extraño este poema de Juan Ramón, pues en realidad abundan en sus posías las referencias al amor carnal, en ocasiones con un impreciso sabor a culpa y, en ocasiones más posteriores, con un reconocido sentimiento de liberación de complejos y asumción de su condición. Además, se hace difícil trazar la frontera entre la materia y el espíritu, hasta llegar a su total confusión en poetas como Miguel Hernández, para quienes Juan Ramón fue referente. Esta confusión de materia y espíritu creo intuirla desde los simbolistas franceses,que imagino como referentes del poeta de Moguer, pasando por los modernistas y, por descontado, por el 27. Para más INRI de esta confusión remito a Walt Whitmann, coetáneo en el tiempo.
Ruego disculpas si esta opinión, en mi humilde condición de profano en el tema, ha podido vulnerar tesis más doctas. Ah!, por cierto, no sé si es honesto adjetivar como erótico este poema.
Reitero mis disculpas si he podido resultar molesto por mi falta de luces.