miércoles, 3 de junio de 2009

Los perros románticos (por Roberto Bolaño)

En aquel tiempo yo tenía veinte años
y estaba loco.
Había perdido un país
pero había ganado un sueño.
Y si tenía ese sueño
lo demás no importaba.
Ni trabajar ni rezar
ni estudiar en la madrugada
junto a los perros románticos.
Y el sueño vivía en el vacío de mi espíritu.
Una habitación de madera,
en penumbras,
en uno de los pulmones del trópico.
Y a veces me volvía dentro de mí
y visitaba el sueño: estatua eternizada
en pensamientos líquidos,
un gusano blanco retorciéndose
en el amor.
Un amor desbocado.
Un sueño dentro de otro sueño.
Y la pesadilla me decía: crecerás.
Dejarás atrás las imágenes del dolor y del laberinto
y olvidarás.
Pero en aquel tiempo crecer hubiera sido un crimen.
Estoy aquí, dije, con los perros románticos
y aquí me voy a quedar.

2 comentarios:

Miguel Ángel Maya dijo...

...Éste es probablemente el poema más espeluznante que leí de Bolaño. El otro se llama Lisa...
...Gracias por traerlo...
...Un abrazo...

emilia dijo...

Ahora mismo voy a buscar Lisa de R. Bolaño, a ver si lo encuentro y lo puedo colgar. Gracias, Miguel Àngel.