En la sensación de estar puliendo mis uñas,
súbita sensación inexplicable de ternura,
todo está incluido en mí piadosamente.
Mientras tanto estoy aquí solo en el café:
de mañana, como siempre, en bostezos amarillos.
De vuelta, las mesas apenas ingratas y duras,
esquinadas en su desgracia bocal, cuadrangular y librepensadora...
Afuera, día de mayo en luz. El sol.
Día brutal, provinciano y democrático
que mis ojos delicados, refinados, erguidos y citadinos
no pueden tolerar y apenas forzados soportan las náuseas.
Toda mi sensibilidad se ofende con este día
que tendrá rapsodas entre los amigos con quienes transito a veces,
morenos, naturales, de bigotes generosos,
que escriben, pero tienen partido político
y asisten a congresos republicanos, van a las mujeres,
gustan de vino tinto, de puerros o de sardinas fritas...
Y yo siempre con la sensación de pulir mis uñas
y de pintarlas con un barniz parisiense,
me voy enterneciendo más y más hasta llorar por mi mismo...
Mil colores en el aire, mil vibraciones palpitantes,
brumosos planos torcidos, abatiendo flechas,
volúmenes listos, discos flexibles,
llegan tenuemente a perfilarme toda la ternura que pudiera haber sentido,
todos los escenarios a los que fui penetrando...
Es como, poco a poco, se me encauza la obsesión débil
de una sonrisa que espejos vagos reflejaron...
Leve inflexión a torturar...
Fino escalofrío cristalizado...
Dislocamiento inalcanzable...
Veloz chispa atmosférica...
Y todo, todo así me ha conducido en el espacio
por innumerables intersecciones de planos
múltiples, libres, resbaladizos.
Es allí, en el gran espejo de fantasmas
donde ondula y borbotea todo mi pasado,
se desmorona mi presente
y mi futuro ya es polvo.
¿Hubo una frase
que se irguiese del sitio
donde fue puesta?
...
¿Algún escrito
se puso de pie para
cambiar el mundo?
...
¿Dónde se han visto
palabras ...
1 comentario:
Me interesa mucho la obra de este gran poeta; atormentado como muchos trovadores de todos los tiempos.
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