jueves, 3 de septiembre de 2009

Tiempo devorador ("Devouring time"), por William Shakespeare

Merma, voraz, las garras del león;
haz que la tierra acabe con sus brotes;
arranca, Tiempo, al tigre sus colmillos;
quema en su sangre al fénix milenario.
Trae estaciones tristes o gozosas
y aquello, Tiempo alado, que prefieras
sobre este mundo de dulzuras breves.
Pero un crimen atroz quiero prohibirte:
no cinceles la frente de mi amada
ni con tu vieja pluma la dibujes;
permite que tu curso no lo dañe,
espejo perdurable de hermosura.
O ensáñate si quieres, Tiempo anciano:
mi amor será en mi verso siempre joven.

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